Una estudiante de la UGR consigue el premio Fundación Detea 2010-2011 en la categoría de “Edificaciones de Nueva Planta”

Mié, 26/10/2011 - 12:44
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26/10/2011
Cartel de mármol, en pared de patio del Hospital Real, indicando el acceso a Secretaría General de la Universidad de Granada

* Este año se cumple el X Aniversario de los Premios Fundación DETEA, que se consolidan como uno de los impulsores del Fomento de la Arquitectura Industrial en Andalucía. En la Modalidad de rehabilitación de edificio histórico, este año se planteaba la transformación de la Central Térmica de Corrales en Aljaraque (Huelva) en un Centro de I+D+i de Regeneración de Áreas Industriales; el primer premio fue para un grupo de la Universidad de Málaga y el segundo, para un proyecto de estudiantes de la Universidad de Sevilla.

Inmaculada Navarro Gaspar, estudiante malagueña de la Escuela Superior de Arquitectos de Granada, ha conseguido el primer premio en la modalidad de edificio industrial de la X edición de los Premios Fundación DETEA 10/11, convocados con la finalidad de fomentar la arquitectura industrial de calidad en Andalucía y dotado con 3.000 euros y un periodo de prácticas en la empresa. El proyecto de la estudiante, denominado “Adherencia”, consiste en la “rehabilitación del Polígono Industrial de los Guindos de Málaga, a través de equipamientos y espacios públicos, que son las principales carencias de la zona”.

La estudiante, que afirma que llevaba bastante tiempo pensando en presentarse al concurso, diseñó un proyecto que pretende recuperar el potencial industrial de Málaga: “A raíz de mi investigación, descubrí que a finales del siglo XIX y principios del XX Málaga fue la segunda potencia industrial de España. Yo creo que esta es una forma de recuperar esa memoria que a pesar de que es reciente está olvidada. Andalucía, en general, tiene interés industrial, pero su potencialidad en este campo está eclipsada por el turismo y la agricultura”. De esta forma, Inmaculada se centró en el Polígono Industrial Los Guindos, actualmente inmerso en el tejido residencial de la ciudad. “Mi intención es llegar a integrar el tejido industrial y residencial de esta zona, que puedan coexistir, y apostar por no desmantelar el polígono”. Inmaculada asegura que no le ha resultado sencillo plantear y finiquitar el proyecto, “porque tiene un gran trabajo de investigación detrás, tanto del pasado como de la zona actual”. En cuanto al Premio en sí, considera que es “un reconocimiento a un trabajo al que he dedicado más de un año; espero aprender mucho de este periodo de prácticas, porque es una posibilidad para continuar investigando en el mundo industrial”.

Sobre este trabajo, los miembros del jurado indicaron que “se trata de una sugerente y adherente investigación activa sobre los tejidos productivos de Málaga. La aplicación creativa de un rico mundo referencial y conceptual proporcionan al proyecto una gran riqueza formal y funcional. Destacamos el compromiso académico de esta propuesta con una situación común en muchas ciudades andaluzas”.

En cuanto a la modalidad de rehabilitación de antiguos espacios industriales, que este año planteaba la transformación de la Central Térmica de Corrales en Aljaraque (Huelva) en un Centro de I+D+i de Regeneración de Áreas Industriales y con el requisito de que el proyecto debía contemplar espacios comunes, de convivencia para los usuarios, y de carácter público, para exposiciones y presentaciones, el primer premio fue para el trabajo “Insección”, compuesto por Alberto Montiel Lozano, David Belmonte García y Pedro de la Torre Prieto, también estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Málaga. Mientras, el segundo premio, dotado con 1.500 euros, ha sido para el proyecto “Jack and the Beanstalk” y ha estado formado por Blanca Esmeralda García Martínez, Cristina Álvarez-Ossorio Benítez, Alberto Cabello Morales y Daniel Fosas de Pando, estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Sevilla.

El jurado de los Premios, coordinado en esta ocasión por Enrique Larive, arquitecto profesor de la ETSA de Sevilla y experto en proyectos sobre edificios históricos industriales, ha estado compuesto por representantes de distintas Escuelas de Arquitectura e Ingeniería de la Hispalense, como Rosa Añón Abajas, por parte de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla; Tomás Lloret García, de la ESI de Sevilla; María Isabel Alba Dorado, representando al Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas de la ETSA Sevilla y Adrián Cubero Rivera como representante de DETEA.

Con motivo de la décima edición el jurado también ha querido destacar el gran esfuerzo de los equipos participantes del Premio Fundación DETEA, para adecuarse al siempre difícil compromiso entre la funcionalidad de la instalación, el respeto patrimonial, su eficiencia energética, la adecuación a un entorno concreto y el rigor constructivo de los espacios destinados a albergar los procesos productivos.

Imagen eliminada.Inmaculada Navarro Gaspar

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