El empleo de aviones de combate no tripulados contra Al-Qaeda en Pakistán es insuficiente para impedir por completo nuevos atentados en Europa y EEUU

Vie, 05/11/2010 - 12:31
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05/11/2010
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* Javier Jordán, experto en yihadismo y profesor de la Universidad de Granada, afirma que, a pesar de ello, estos aviones son el único instrumento del que actualmente dispone EEUU para dañar el liderazgo y la operatividad de Al-Qaeda en aquel país

El empleo de aviones de combate no tripulados (también llamados “drones”) que la CIA está realizando contra Al-Qaeda en Pakistán es insuficiente para impedir por completo que la organización terrorista planee nuevos atentados en Europa y EEUU. A pesar de ello, es muy probable que las acciones de los drones continúen y se intensifiquen en el corto y medio plazo, ya que, tal como reconoce el director de la CIA, estos aviones son el único instrumento del que actualmente dispone EEUU para dañar el liderazgo y la operatividad de al-Qaeda y de los talibanes en Pakistán.

Así se desprende de un artículo publicado recientemente en el Boletín del Real Instituto Elcano por el profesor de la Universidad de Granada y experto en yihadismo Javier Jordán Enamorado, en el que advierte que, pese a todo, la campaña de ataques de la CIA está infligiendo un castigo severo a los recursos humanos de al-Qaeda y está afectando negativamente a su funcionamiento.

Imagen eliminada.Avión de combate no tripulado en pleno vuelo

La utilización de drones armados con este fin fue una posibilidad que se barajó antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y que comenzó a aplicarse desde el inicio de la intervención en Afganistán, pero ha sido con la administración Obama cuando los ataques con drones en Pakistán han alcanzado unos niveles de intensidad verdaderamente significativos. Esta circunstancia está motivando que se cuestionen cada vez más los aspectos legales y éticos de dicha estrategia, al tiempo que ha suscitado un debate sobre la efectividad de las acciones de decapitación, basándose en los resultados de experiencias previas contra grupos distintos de al-Qaeda.

Ausencia de represalias

El profesor Jordán destaca “la ausencia de represalias por parte de al-Qaeda como consecuencia de la estrategia de decapitación aplicada por la CIA”. En los últimos tiempos, Al-Qaeda sólo ha sido capaz de realizar un atentado (contra la unidad de la CIA en Khost en diciembre de 2009) en el que además hizo explícito, mediante un comunicado posterior, su deseo de venganza por la pérdida de líderes que está ocasionando la campaña de los drones.

Javier Jordán apunta que en el año 2009, el número de ataques con aviones de combate no tripulados superó el total de los realizados durante los años 2004 y 2008 (53 frente a 43). En septiembre de 2010, la cifra de ataques ya había superado el conjunto del año anterior (69).

Actualmente la mayoría de los drones que vuelan en Afganistán dependen de la Fuerza Aérea y cumplen tareas esencialmente militares (protección de rutas e instalaciones, apoyo a unidades de tierra, etc.). Las misiones de estos aviones operados por la CIA en Pakistán pertenecen a una categoría diferente. Su principal objetivo consiste en abatir a individuos clave de al-Qaeda y de la insurgencia talibán, y el conjunto de sus actividades es tratado como una operación secreta de la Agencia.

Los ataques de la CIA han dado lugar a una intensa polémica en la sociedad paquistaní, que a su vez explica la actitud ambivalente del gobierno de Islamabad. Por un lado, el gobierno paquistaní condena públicamente lo que considera una violación de su soberanía, mientras que, por otro, colabora con el empleo de los drones que, de facto, no sólo operan en su espacio aéreo sino que en algunos casos aterrizan y despegan desde la base aérea de Shamsi, perteneciente a la Fuerza Aérea paquistaní., señala Javier Jordán en el artículo.

Al mismo tiempo, estos ataques han suscitado diversos tipos de críticas en EEUU. Por una parte se cuestiona la legalidad de dichas acciones, pero también son numerosas las críticas relacionadas con las muertes de civiles inocentes provocadas no intencionadamente por los ataques. “Como estos tienen lugar en una región muy poco accesible a los medios de comunicación y a las organizaciones de ayuda humanitaria, resulta difícil tener una visión clara de la magnitud de daños colaterales”, apostilla el profesor de la UGR.

Contacto: Javier Jordán Enamorado. Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la UGR. Correo electrónico: LINK: --LOGIN--867e76c324d23ea107c4cca73eb95795ugr[dot]es -> --LOGIN--867e76c324d23ea107c4cca73eb95795ugr%5Bdot%5Des